El agua y el fertilizante de hidrógeno ayudan a que las uvas crezcan bien
Al entrar al viñedo Dasenlin en la aldea de Qianyu, subdistrito de Punan, las uvas Kyoho, de color morado oscuro, cuelgan de las ramas como ágatas. Las boquillas atomizadoras, colocadas entre las vides, rocían uniformemente una fina capa de agua. No se trata de agua corriente, sino de agua hidrogenada.
El agricultor Huang Gensong explicó que este año reservó cuatro mu (aproximadamente 1,5 acres) de parcelas experimentales en el viñedo. Mediante un sistema de riego con agua hidrogenada, produce hidrógeno mediante electrólisis y lo disuelve en el agua de riego, lo que afecta directamente las raíces y las hojas de las uvas.
El riego con agua hidrogenada mejora significativamente la resistencia de las uvas a las enfermedades, reafirmando la pulpa y mejorando el sabor. Huang Gensong mostró un racimo de uvas a la prensa. Las uvas eran carnosas, redondas y de un morado intenso, con la piel cubierta uniformemente por una capa de polvo blanco natural, lo que demuestra su calidad superior.
Según Huang Gensong, las parcelas experimentales utilizan una fórmula de "fertilizante de hidrógeno + sustrato orgánico", aplicando una mezcla de fertilizante de hidrógeno biológico de liberación lenta y materiales orgánicos como residuos de hongos y estiércol de vaca antes de la brotación. Las moléculas de hidrógeno activo presentes en el fertilizante de hidrógeno pueden promover la actividad de los microorganismos del suelo, mejorar la capacidad del sistema radicular para absorber nutrientes y sentar las bases para un crecimiento saludable y una excelente calidad de las uvas.
